En la víspera se anunció que en una réplica en la capilla abierta que existe en Tlalmanalco, que data del siglo XVI, se contempla que el Papa Francisco oficie una misa ante más de 300 mil feligreses el próximo 14 de febrero en el municipio de Ecatepec en el Estado de México.
Esto es una réplica de una capilla que nosotros tenemos en Tlalmanalco, vinieron personas del Vaticano con el señor obispo de Ecatepec, lo vieron y es una réplica de la capilla abierta”, dijo José Manzur, secretario general de Gobierno mexiquense.
La capilla original que se encuentra ubicada en la cabecera del municipio de Tlalmanalco, en la zona sur oriente del Estado de México, es una de las primeras construidas por los evangelizadores
Este templo es un convento franciscano que data de 1532, fue construido por Fray Martín de Valencia cuando comenzó la evangelización en el continente americano; esta capilla está asentada en una pirámide de tres niveles, era un templo ceremonial”, destacó Francisco Flores, sacristán de la parroquia de Tlalmanalco.
El religioso confesó que el que se haya elegido dicha capilla es un orgullo porque se da a conocer el municipio durante sus inicios en la colonia española.
La propuesta fue presentada al Vaticano y serán manos mexiquenses quienes lleven a cabo dicho trabajo, donde el 14 de febrero, el Papa Francisco oficiará una misa ante 300 mil personas.
Esta capilla es una importante muestra del ingenio artístico indígena que, asimilando su modo de peculiaridades de la decoración renacentista, engendró a su vez una variedad completamente nueva del plateresco popular.
El lugar presenta características del románico y del gótico, siendo el conjunto plateresco y el detalle de sus esculturas de tipo indígena.
La Capilla Abierta se encuentra en el municipio de Tlalmanalco, tiene cinco arcos al frente, todos completamente decorados. Hay figuras de monstruos, diablillos y genios, así como querubines, angelitos y rostros humanos con sonrisas sarcásticas. También hay diseños indígenas que soportan los arcos, sus capiteles están profusamente decorados con flores, uvas y palmas.
Se cuenta que es una capilla abierta, ya que los indígenas se negaban a asistir a una iglesia común por el hecho, de estar cerrada, a lo que ellos pensaban que sus plegarias, oraciones y peticiones no podrían ser escuchadas por los dioses.
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